jueves, 22 de septiembre de 2016

El silencio de la naturaleza


 La naturaleza duerme
ante el espacio humano amenazante,
cae el rocío como vapor cálido:
sobre los pálidos rostros del tirano.

¡Lo merece!
 No, pero cae, grita ¡silencio...!
No pronuncia palabra, espera,
como gato furtivo ante la trampa.
Un día llegado el momento
cobrará con creces la agonía,
a la que fue sometida
de por vida.
 La cosecha de la acción humana…
Te cobraré con tu vida mi agonía
te volviste usurpador de mis bienes,
y conquistaste el mundo con mis capitales.
El verde quedó en tu ropa perfumada,
mi vida quedó en el recuadro de una
imagen estampada en la pared,
en un poema de Lars y de Espino.
Me volviste personaje del Romanticismo
Me pusiste de testigo de las infidelidades de una gitana,
en un romance de Lorca. 
Quedé marginada a la descripción de Stoker.
Soy un personaje de los poemas de Bécquer.
Vivo en tus recuerdos,
En la imagen de la gran pantalla.
La industria empezó mi agonía
y continúa matándome,
pausa a pausa, poco a poco.

Llamo tu atención con un desastre,
excusas el resultado a lo divino,
no aceptas que eres el personaje principal
de la historia, 
eres el antagonista de este drama.
Eres el prototipo de la ruina,
Eres la encarnación de la ambición.
¡Ya te diste cuenta!
 Rompes la cadena de la vida
y muestras tus “hazañas” en museos,
me reemplazas con monumentos
de cemento, madera y cera.
eres un ignorante y desdichado.

Culpas al de abajo, al obrero, al estudiante,
 a la ama de casa. 
y tú te lavas la conciencia,
dando ilusiones vanas a la gente.
brindas “ayuda” al necesitado.
Te enfoca una cámara
sonríes, y saludas con el sombrero ajeno.

Te cobraré con creces tu osadía,
Pagarás alto precio, por tu mala mayordomía
ignorante y desdichado, goza ahora que puedes,
mañana será tu día.

Luisa Loida Torres

jueves, 8 de septiembre de 2016

Claudia Lars escritora polifacética

Por Luisa Loida Torres Quintanilla 

 Carmen Brannon, cuyo pseudónimo era Claudia Lars,” la mágica poetisa de nuestra Patria grande” como la llamara Salomón de la Selva, quien quedó prendado no solo por la belleza de la escritora, cuando la vio en un tren que de Zacatecoluca se dirigía a la Unión, en 1919, sino por el acervo intelectual que esta mujer de escasos 20 años poseía.   A su edad ya conocía las nuevas formas de la métrica y había leído a Lorca, a Shakespeare, a Dante de Alighieri entre otros, y por recomendación del propio Salomón de la Selva, leyó los clásicos del Siglo de oro español, Quevedo, Góngora, los Místicos y a los poetas de la Generación del 27, cuyo contexto era la guerra civil española.   Es notable su periplo literario que le otorgó a la matrona de las letras salvadoreñas, esa inspiración que hizo surgir “Estrellas en el pozo” libro a su vez admirado, por la premio Nobel de literatura Lucinda Godoy, conocida como Gabriela Mistral. En esta producción la insigne escritora, presentó reflexiones sobre la vida, la muerte y el destino del hombre, y para ello eligió el soneto como forma de la métrica clásica, el cual trabajó con magistral presteza, y donde evidenció su aprendizaje de los maestros Quevedo y Góngora.
Dos sonetos a un místico.
 Amor que se cruzó por mi camino
y me encontró en la sombra, abandonada.
Amor que fuera luz en la callada
y sombría espesura del destino.
 Esencia de lo noble y de lo fino:
le sorprendí brillando en su mirada.
Mas no quiso hacer caso a mi llamada
y transformó lo humano en lo divino.
 Yo me quedé con la esperanza rota.
¡Corazón que me sangra gota a gota
siempre que pongo mi ilusión en algo!
 ¿Por qué tan fuerte ante la vida fuerte?
¿Es que miedo a la vida le tuviste,
amor que no supiste lo que valgo?
 Continuando con el recorrido literario de Lars, es preciso decir en este momento que ella, alcanza la madurez con el poemario donde llegan los pasos y donde a su vez hace uso del verso libre como en el ejemplo que sigue y donde ella ha combinado versos de arte mayor y de arte menor.
En el espejo se perdió la niña de antes,
Con sus siete caminos primaverales
Y una estrella de lágrimas en el corazón.
 El espejo come rostros
Y el tiempo.
Hoy parece en su cristal una mujer entristecida. 
Quizá también la muerte,
Pero a la muerte… ¿Quién la ve? …
 En este poema autobiográfico, ella por medio de la metáfora y la imagen, da la expresividad que permite proyectar su ser intrínseco de una mujer madura.
 Está claro que Donde llegan los pasos, Lars se ubica como una poetisa post contemporánea, donde busca lo innovador, con ello, rompe con lo tradicional, ya acá ella se despoja de lo anterior que manejó, como lo dije ya antes, con presteza.   Siempre estuvo despierta a buscar nuevos modelos, que le servían de inspiración, como el premio Nobel de Literatura, Yasunari Kawabata, primer japonés en ganarlo en 1968.
 En medio de estos años
-oscuros en todas partes-
Y del palabrerío casi babélico de algunos escritores
Me llega la blancura de tu país de nieves
Y el rito incomparable de una Geisha
Que sirve té con ademanes sostenidos
Por siglos y siglos necesaria
Invasión
Encuentro abejas de ojos poderosos
Y corto tierno juncos
Mojados por la lluvia […]
 A Lars le atrajo como el néctar a la abeja, las innovaciones de este nobel y hasta le dedicó un poema.
Pero el legado más significativo de Claudia Lars es Cartas escritas cuando crece la noche
 Pude haber vivido cerca de ti
Suavemente
Y encender tu lámpara y sentarme
En el ancho sillón oloroso a tiempo. 
 Pude cortar una rosa
Y ponerla en tu escritorio
O bordar a media tarde
Un enjardinado mantel
 Ocurrió lo contrario:
Lejos anduve y sola
-tremendamente sola-
Porque no quisiste acompañarme […]
 Con cartas escritas cuando crece la noche, nos damos cuenta que ella vivió plenamente, se realizó y descubrió su propia esencia que desbordó en su pasión creadora, que le mantuvo atenta a todas las innovaciones poéticas.
 En conclusión, puedo decir que, Lars fue la escritora polifacética, que impresionó con la palabra hecha verso y que a su vez fue capaz de aprender no solo de su entorno presente e histórico, lo que no deja duda y lo demostró con el tema desmitificador de retrato a don Pedro de Alvarado, hizo caer un mito, un hombre hecho dios, a quien la vida le cobró su mal llamada hazaña.
 Brannon, supo combinar lo tradicional en tema de poesía, pero siempre buscó las innovaciones, que le llevaron a ser una escritora integral que usó el verso libre, como una forma nueva de expresar diversos temas.   Una nueva propuesta que le llevó a trascender de los cánones tradicionales.
 Finalmente, y recapitulando, puedo decir que el contexto y la biografía de un autor o autora, es esencial para la correcta exégesis del texto literario.  Caso contrario estaría sacando un texto fuera de contexto y formando un pretexto.    
 Bibliografía:
poesía última de Claudia Lars, por Matilde Elena López.

domingo, 4 de septiembre de 2016

De izquierda a derecha
¡Conciencia Social!
Quedaste relegada en el olvido.
Estás en el estante de la biblioteca, 
habitas mendigando en la utopía,
hablas de equidad y justicia social,
pero dijiste:
es por ti, que el pequeño tenga
y el grande comparta.
Sembraste ilusiones.
pusiste el fusil y dijiste:
es por la causa.
Ahora comprendo,
era la causa de tus propios intereses.
La tierra quedó cubierta de sangre,
ahora intentas reconocerlo,
beatificando mártires, y levantando monumentos.
Veo engordar tu vida,
cambias tus defectos físicos
con narices artificiales.
para no olfatear, los males que
aquejan a la sociedad enferma.
Te llenas la boca de tus “hazañas”
en las redes sociales.
Ahora te codeas con el capitalismo,
hueles a derecha,
esparces el aroma
de los nuevos capitalistas.
Viajas por el mundo, practicando el nepotismo,
y finges vivir en democracia,
haciendo alianza con el antisocial,
cumples sus sueños.
¿Sabes que estamos secuestrados?
pero finges que todo está bien.
Impones tus ideales, quieres manosear la noticia.
Aparentas con lo ajeno y dices:
¡Todo está bien! Tenemos el control.
-No te quieres declarar en estado fallido.
Siembras esperanza, nos regalas beatos
que pidan por nosotros,
Manipulas la política y la vistes de rojo,
justificas los préstamos y nos hundes en deudas,
nos cobras más impuestos y
resuelves con transgénicos el hambre del pueblo.
“Hoy la justicia, viste traje rojo”, pero ya no está ciega,
ahora es tuerta.
Ve sin mirar el monopolio de los autos, dice y justifica con el dicho
¡ojos que ven, corazón que no siente”
Quieres aparentar ante el mundo
con infraestructura que cubra la pobreza,
el hambre, las masacres y la miseria del pueblo.
Te haces de los oídos sordos,
ante el grito justiciero de los veteranos de guerra,
empapelas las promesas y te quedas con ellas.
¿Cuándo volverás a tener conciencia social,
si es que un día la tuviste?
¡cuando pensarás en el otro y no en tu narcisismo!
No te afeites los defectos con navajas pintadas de apariencia.
Reconoce tus errores y vive en función del otro.
No vayas a misa, no te des golpes en el pecho,
actúa sin demagogia,
y deja de ser miope, cúrate los ojos,
utiliza el colirio de la verdad, colócate las gafas de la
justicia y la rectitud
Recoge la sangre del pueblo e inyéctala,
en tus azules venas, para que
se vuelvan del color de las del pueblo.
Hazte una transfusión de sangre,
para ver si recobras la conciencia.
Luisa Loida Torres